jueves, 15 de enero de 2009

EL CORAJE DE CARLOS LLONTOP

Escribe: MARTIN NIZAMA VALLADOLID
Tras su sensible partida, Carlos Llontop Valdiviezo deja una impronta que se remonta hasta su época efeba en el viejo claustro sanmiguelino donde lo conocí en 1964, cuando él cursaba el cuarto año se secundaria; mientras que quien escribe estas líneas, estudiaba el quinto año.
Como es sabido, ese año estalló la gran huelga sanmiguelina, demandando la expulsión del abusivo Instructor Pre-Militar, Juvencio Villegas Chávez. El periodista Raúl Fernando Moscol León, RAFEMOLE, ha relatado de manera prolija y vivificante aquella epopeya estudiantil en un libro, que incluso ha sido reeditado debido a su masiva acogida.
En el origen de esa histórica rebelión estudiantil, Carlos Llontop puso su sello indeleble. Él, haciendo gala de un coraje y audacia sorprendentes propuso la toma del colegio; posibilidad que los miembros de la directiva del Promoción "Raúl Porras Barrenechea", que me honraba en presidir, no habíamos considerado hasta entonces.
Fue en la multitudinaria asamblea estudiantil del sábado 13 de junio, realizada en la biblioteca del colegio (tercer piso), donde Carlos con su flamígera intervención levantó la bandera de la toma del Colegio, exigiendo la expulsión de Juvencio Villegas.
Su sorpresiva petición lanzada con el puño en alto, voz sonora y argumentos que clamaban justicia, contagiaron a la masa estudiantil que con indignación y determinación vociferaban por doquier !huelga! !huelga!...
Sometida su propuesta a votación, ganó y la directiva de la promoción tuvimos que acatar la decisión, aunque no la compartíamos. La Directiva de la promoción planificó sigilosamente la estrategia de la huelga y el lunes 15 de junio, a las 8.15 a.m. luego de cantar el himno del Colegio, estalló el movimiento estudiantil.
En mi condición de presidente de la promoción subí rápidamente al segundo piso a entregar el petitorio de la huelga al Director Colegio, profesor José H. Estrada Morales ("Pepito"), quien me invitó a dialogar en su oficina.
Más, en el preciso momento en que "Pepe" Estrada y yo nos dirigíamos a la Dirección del Colegio, apareció raudo Carlos Llontop, quien con determinación y audacia se interpuso en el camino, a la par que gritaba: "Él no dialoga solo", con lo cual acabó la única posibilidad de conciliación que se presentó en ese momento.
Lo demás es historia conocida. Esta estampa sanmiguelina revela el temple, la vitalidad y la vibra juvenil del adolescente Carlos Llontop. Si él no estuviese estado presente en la asamblea del sábado 13 de junio, la huelga no se hubiera realizado. Palabra de sanmiguelino.
Carlos, descansa en paz.
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Jara, Llontop, Nizama y otros estudiantes sanmiguelinos, durante la huelga de 1964.

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